Soy un baúl de sueños por cumplir, una chica que se pasa más tiempo en la Luna que en La Tierra.

domingo, 22 de junio de 2014

¿Y si?

Llevaba enamorada de él todo el año. Todo el mundo lo sabía y era lo que a mí me gusta llamar secreto a voces.
Su pulso y frecuencia respiratoria se aceleraban, su tono de voz se elevaba y el número de gilipolleces por minuto que era capaz de soltar por esa boquita aumentaba considerablemente cuando él andaba cerca.

Llevaba enamorado de ella todo el año aunque no lo quisiese admitir. Todo el mundo lo sabía aunque él se empeñase en negarlo. 
Una extraña fuerza se apoderaba de él cada vez que ella andaba cerca, una fuerza que le hacía comportarse como un auténtico retrasado. Una fuerza que le hacía aparentar ser un chico duro. 

Todos los días la misma rutina. Se levantaba se vestía a toda prisa, desayunaba, cogía las cosas y salía corriendo de casa dirección universidad. Siempre pasaba por delante de su calle y miraba con la esperanza de verle salir de su portal. Llegaba a clase y le buscaba con la mirada, siempre llegando tarde...

Todos los días la misma rutina. Se levantaba con tiempo más que suficiente, se vestía, desayunaba y esperaba a que llegasen menos diez. Entonces salía de casa dirección universidad y miraba hacia atrás con la esperanza de verla a ella. Llegaba a clase y ahí estaba, siempre con una sonrisa en la cara. Se sentaba en su sitio se giraba hacia ella, dos lugares más allá, y le hacía alguna broma. Adoraba cuando se ponía de morros y se hacía la enfadada. 

Tras pasar todo el día fuera, ella lo único que deseaba era llegar a casa, pegarse una buena ducha,cenar y tirarse en la cama con el móvil deseando ver un mensaje suyo. Siempre se repetía lo mismo, día tras día, nunca cambiaba nada y aún así, ella era feliz. Pero aquella noche algo cambió.

'Todos dicen que hay un rollito raro entre nosotros, como de tonteo' leyó él. 'Que digan lo que quieran, ya se cansarán, nosotros solo somos amigos' le respondió. '¿Amigos? ¿En serio? No me lo creo ni yo' pensó acto seguido.

'Es verdad, buenos amigos, no sé por qué la gente piensa esas cosas jaja' le mintió ella. '¿Amigos? Eso tú porque yo estoy loca por ti' es algo que debería de haberle escrito pero siempre se calló.

Sábado de fiesta. Último sábado del curso, luego todos volverían a sus respectivas ciudades. Él la acompañaba a casa como hacía siempre.
-Bueno pues igual ésta es la última vez que nos vemos si el próximo año no sigo estudiando aquí... 
Bésala, lo estás deseando, mírala con ese vestido y su sonrisa. Puede que no la vuelvas a ver, bésala.

-Eso parece... por favor no te vayas, sabes que quieres quedarte, que voy a hacer sin ti...
Bésale, lo estás deseando. Además te está abrazando. ¿Y si se va? ¿Qué harás? ¿Y si encuentra a otra en el verano? ¿Y si el próximo año la relación es distinta?

Bésala, la tienes entre tus brazos, no hay nadie más, es el momento ideal. ¿Y si la cago? ¿Y si ella no siente lo mismo por mí? Porque me ha dicho miles de veces que solo eramos amigos pero yo a ella también...

-Bueno espero que lo pases muy bien durante el verano, disfrútalo que este año ha sido muy duro y nos merecemos un buen descanso- dijo ella mientras se separaba  y se giraba para abrir la puerta del portal.

-Lo mismo digo petarda, te lo mereces, hasta la próxima- dijo sonriendo. Después se giró y comenzó a andar.
Retrasado, retrasado, retrasado, ¿por qué no has tenido huevos para hacerlo?

¿Y sí...?

¡Espera! escuchó y cuando se giró ahí estaba ella cogiéndose el vestido y corriendo a las seis de la mañana por una calle desierta tras él. Se paró frente a él y le repitió 'espera...'

Nunca sería capaz de describir que extraño impulso le hizo girarse y salir del portal. Esperaba encontrárselo aún allí pero ya no estaba, entonces echó a correr y en cuanto le vio le gritó que esperase. Se paró frente a él y, mientras su corazón y su respiración se tranquilizaban, no supo decir otra cosa más que espera de nuevo. 
-No te voy a ver más en todo el verano, y el próximo año puede que no estés aquí. No puedo quedarme otro año más así. 
Entonces se acercó a él y depositó un delicado beso en sus labios. No sabía muy bien que clase de reacción se esperaba así que se separó con la intención de volver a su casa, feliz de haberlo hecho. Pero entonces él la cogió le sonrió y la besó.

Había sido un cobarde. Había estado apunto de pasarse un verano entero pensando en qué habría pasado si se hubiese atrevido a besarla y otra vez todo se había arreglado gracias a ella. Como no iba a estar enamorado...