Y sólo queda un día y algunas horas para que se termine este año. Empezará el 2012 y mucha gente encontrará la motivación suficiente como para cambiar de vida o algunos aspectos que no le gustan de la que ya tienen. A esas personas les deseo mucha suerte y que vivan este año como si fuese el último, si desean algo que luchen y si en algún momento se sienten desfallecer, que se apoyen en sus amigos y familiares. Las cosas, en compañía, son más llevaderas.
Así que FELIZ AÑO a todo el mundo.
Soy un baúl de sueños por cumplir, una chica que se pasa más tiempo en la Luna que en La Tierra.
viernes, 30 de diciembre de 2011
jueves, 8 de diciembre de 2011
Año nuevo, vida nueva
Quizás sea el momento de pasar página, pero esta vez de verdad. Acabar el libro y dejar de aferrarse al pasado. Superar tus miedos, cambiar de historia.
Dejar de perder el tiempo con falsas promesas de superación que no llevan a ninguna parte.
Sí: año nuevo, vida nueva. Sólo que mi año no empezará el 1 de Enero. Este será real, será mi año y empezará HOY.
sábado, 26 de noviembre de 2011
Shh
No digas nada, no
merece la pena. Para decir estupideces, como por ejemplo que me
quieres, prefiero que te calles. Así podré guardar tu imagen en mi
cabeza, tan guapo y dulce. Con una sonrisa torcida en la cara y esa mirada tan
traviesa que no puede estarse quieta.
Sí, ya está lo conseguí, ahora me dispongo a hacer mi maleta y largarme, bien lejos, donde no puedas encontrarme ni cambiar esa imagen tuya que acabo de conseguir.
Ahora ya nada te impide empezar de cero, encontrar a otra imbécil y prometerle la luna y el cielo con tu apariencia de bueno. Sólo deseo una cosa, qué tengas mucha suerte en la vida. Pensaré todos los días en ti. Pese a todo, te sigo deseando lo mejor.
Sí, ya está lo conseguí, ahora me dispongo a hacer mi maleta y largarme, bien lejos, donde no puedas encontrarme ni cambiar esa imagen tuya que acabo de conseguir.
Ahora ya nada te impide empezar de cero, encontrar a otra imbécil y prometerle la luna y el cielo con tu apariencia de bueno. Sólo deseo una cosa, qué tengas mucha suerte en la vida. Pensaré todos los días en ti. Pese a todo, te sigo deseando lo mejor.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
martes, 15 de noviembre de 2011
Miedo... al amor.
Miedo, es decir, temer algo. Se puede temer a las arañas, al
fuego, a los perros, a las palabras largas o, simplemente puedes temer al amor.
Quizás te parezca una tontería pero, existen personas que poseen
este último miedo. Y dichas personas pueden temer ser rechazadas o ser aceptadas.
Al sentir miedo de ser aceptada te sientes confusa y es entonces
cuando te da por pensar ¿y ahora qué?, tras
escuchar una respuesta afirmativa, un te
quiero, un quiero que estés a mi lado. Te sientes perdida, como un animal enjaulado. No sabes cómo
enfrentarte a tus miedos porque tampoco
puedes huir y si lo haces, una sensación desagradable te recorre por dentro, un
sentimiento de soledad al no tener a una persona especial a tu lado. Ves
parejas felices, paseando por el parque, agarradas de la mano y recibiendo
muestras de amor, una tras otra, mientras piensas por qué no puedes ser una de
ellas.
Estas en permanente conflicto. Si estás sola hechas en falta
alguien pero, cuando llega el momento de empezar una relación con una persona
tienes miedo, temes algo. Estas incómoda. En este caso se podría aplicar el
dicho de ‘es como el perro del hortelano, ni come ni deja comer'. Pero no sabes
qué puede hacerte sentir así y esto provoca múltiples depresiones que se
prolongan en el tiempo, y qué te hacen
perder muchas experiencias propias de la edad, experiencias que se van con los tiempos
que no volverán y que, por lo tanto, no tendrás oportunidad de repetir.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
sábado, 29 de octubre de 2011
viernes, 28 de octubre de 2011
domingo, 23 de octubre de 2011
Poco a poco la vida va pasando y, con ella, lo hace nuestro tiempo.
El tiempo no se para, el tiempo no espera, el tiempo no va más despacio pero tampoco más rápido.El tiempo es irrepetible al igual que los momentos. Por mucho que lo intentemos nunca se repetirá ninguno pero, siempre nos quedaran los recuerdos. Pequeños intentos de no olvidar los momentos especiales. Resquicios de nuestros actos pasados...
viernes, 21 de octubre de 2011
Autoestima.
Cuando nuestra autoestima empieza a decaer nos sentimos
tristes, sin ganas de nada. No somos capaces de valorar nuestras capacidades ni
nuestras virtudes. Nuestros defectos salen a la luz y se visten de llamativos
colores para que no nos olvidemos de que
están ahí, persiguiéndonos, sin descanso.
A lo largo de nuestra vida deseamos cosas, extraños deseos
que creemos que nos darán la felicidad
y, hasta que no los conseguimos no paramos. Para conseguir estas cosas
necesitamos lanzarnos, creer en nosotros mismos, tener una autoestima alta. Cuando
esto no es así, no hacemos todo lo que podríamos para conseguirlo. Al no
esforzarnos, no lo logramos y, al no conseguirlo, nuestra autoestima baja.
Entramos entonces en un círculo vicioso del que es muy difícil salir.
jueves, 20 de octubre de 2011
Hiroshima
Un 5 de agosto de 1945 Hikaru se encontraba en Tokio, capital de Japón. Su mujer y sus tres hijos se habían quedado en Hiroshima, una pequeña ciudad al sur del país. Había sido duro dejarles allí en plena Guerra Mundial pero creyó que era la mejor opción. Lo que no sabía era que ese día, a las ocho y cuarto de la mañana, mientras sus hijos se dirigían a la escuela, un avión dejaría caer la primera bomba atómica llamada Little Boy. Sólo un edificio con una gran cúpula quedó en pie. Todo lo demás fue arrasado y cristales de edificios que se encontraban a más de 15Km del epicentro también explotaron. Murieron muchísimas personas, gente que quedó calcinada: su cuerpo, su vida, sus recuerdos... Esto fue lo que le ocurrió a la familia de Hikaru, un horrible final para una gente que no había hecho daño a nadie. Una decisión errónea que le costó a un pobre hombre perder lo que más quería.
Fue muy duro para él visitar la ciudad, descubrir que, lo único que quedaba era ceniza y escombros. Alguna gente sobrevivió, sí, pero murió a los pocos meses o quedaron mutilados, marcas que les recordaban la terrible masacre hasta el final de sus vidas. Lloró, le suplicó a Dios que le devolviese a su mujer y a sus hijos pero nada podía obrar ese milagro. Así que subió a un monte cercano y, en la cima, se postró de rodillas. Después volvió a suplicar al dios que había abandonado a su familia que lo llevase con él, no quería seguir viviendo en medio de la desgracia .No obtuvo respuesta. Alguna gente piensa que fue un acto de cobardes lo que hizo a continuación pero, en un mundo que se destruía por momentos, nadie querría vivir para ver el final. De esta forma un hombre decidió su final, eligió cuando morir y de qué forma, recordando la sonrisa de su mujer, los primeros pasos de sus hijos y su alegría cuando llegaba la navidad. Después cerró los ojos y saltó. Una lágrima corrió por su mejilla y acabó en el suelo, como él, perdida para siempre en medio del caos...
miércoles, 19 de octubre de 2011
Un día normal, en un pasillo de un instituto cualquiera, entre clase y clase, una chica cualquiera hablaba con su amiga. Ella asentía de vez en cuando, sonreía otras veces, le prestaba atención, pero, todo cambiaba cuando le veía aparecer.
Un nerviosismo incontrolable se apoderaba de ella, empezaba a temblar y a decir cosas incomprensibles hasta el punto de hacerla parecer un tanto idiota.
Un nerviosismo incontrolable se apoderaba de ella, empezaba a temblar y a decir cosas incomprensibles hasta el punto de hacerla parecer un tanto idiota.
Sus ojos buscaban los suyos, necesitaba comprobar si él se fijaba en ella.
En ocasiones los ojos de ambos se encontraban. Un leve rubor aparecía en las mejillas de ella y una expresión de indiferencia en el rostro de él.
Otras veces la mirada de la chica se posaba en él y su mente viajaba, muy lejos de allí, a un mundo muy lejano.
Pero ya da igual. Todo eso quedó atrás. Se ha ido. No le volverá a ver, quizás algún día tonto en el que la suerte le sonría .No importa. La dejaste sola.
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