Soy un baúl de sueños por cumplir, una chica que se pasa más tiempo en la Luna que en La Tierra.

sábado, 28 de abril de 2012


Miles de cosas se me pasan en estos momentos por la cabeza pero solo te dire una: sal de mi vida por favor, coge la puerta y vete sin mirar hacia atrás ya que yo soy incapaz de hacerlo.

martes, 24 de abril de 2012


Puedo ser gruñona y negativa. Puede que en las malas rachas me abandone sin pensar en mi
bien. Puedo ser jodidamente social y simpática. Puede que sea la bipolaridad personificada.
Puedo ser inmadura e infantil, ¿por qué no? 
Son pocas las cosas que tengo claras en la vida y una de ellas es que no voy a parar de reírme 
a carcajadas en medio de la calle o de gritar frente al mar de rabia e impotencia si es lo que
siento.


 Estas encadenado a tus sentimientos, si ellos no son libres tú tampoco lo serás.


Con la colaboración de una de las mejores.

sábado, 14 de abril de 2012

Una zona de marcha de una ciudad cualquiera.
Una discoteca.
Un chico que busca pasar una buena noche.
Una chica enamorada e ilusa.
Te acercaste a mi, tan guapo y rebelde como siempre. Me confundiste con bellas palabras, o eso quiero pensar yo.
Copa en mano, me besaste, tus besos sabían a vodka caramelo. Mi corazón se aceleró, todo era mucho mejor a como lo había imaginado.
Para ti fue una noche más, para mi la noche.
Para ti fue un beso más, para mi fue el beso.

Sí, tengo esa extraña manía de buscar dobles intenciones a todo lo que haces. De preguntarme el por qué de tus actos. Intentar encontrar algo que me diga que te has enamorado de una chica, y que esa chica soy yo.

jueves, 12 de abril de 2012

Si os gusta el primer capítulo, dejadme un comentario, por favor. El objetivo de subir uno suelto es el de averiguar si merece la pena o no continuar con la historia. También agradezco mucho las críticas constructivas aunque entiendo que sea un poco difícil opinar sobre el principio de una historia únicamente sin haber leído nada más sobre ella. De ante mano, gracias.

miércoles, 11 de abril de 2012

El Empirio.

Estáis apunto de leer el primer capítulo de una historia que empecé a escribir hace dos años y vais a  ser los primeros en leerla. Nunca he estado segura de poder terminarla, ni siquiera de si es una buena historia que fuese a gustar a alguien. Pero es hora de cambios. Si os gusta, me pondré el reto de terminar este intento de libro... Así que aquí os dejo la historia:

La Huida


Dalia corría por el bosque de Kenka. Su objetivo era llegar a la piedra mágica y poder, salir del Empirio antes de que sus perseguidores la alcanzasen y la obligasen a ser la soberana de un mundo, en el que reinar significaría perder a su hijo que estaba a punto de nacer. Un fuerte dolor en el vientre, que se incrementaba por momentos, le hacía temer por la vida del  bebe.

-No voy a llegar,- se repetía por momentos- la piedra está demasiado lejos y los vasallos de Lenco cada vez más cerca.

Durante la carrera, vio unos matorrales entre los que se podría esconder y así, despistarlos. Mientras esperaba, pensaba en cómo había llegado a esa situación.
Hacía unos meses que su padre, el rey del Empirio, el mundo donde vivía, había muerto. Había sido un gran mazazo para Dalia ya que él era la única familia que le quedaba. Su madre había muerto unos minutos antes de que ella naciese y la habían tenido que sacar de su cuerpo inerte  por  cesárea. El cargo de rey, por desgracia, ocupaba mucho tiempo y mas sin una reina, a pesar de ello a la princesita no le faltó la presencia de la figura paterna, el cual la llevaba a todas partes.
En su adolescencia conoció al hijo de uno de los empleados de palacio, Záris. Él estudió medicina para alcanzar el prestigio social que necesitaba y casarse con ella. Su sociedad era muy estamental y nunca hubiesen permitido que un empleado se casase con un miembro de la nobleza. Tras cuatro años de noviazgo, con alegrías y difíciles momentos, se casaron. Un mes más tarde, Dalia esperaba un bebe. Záris nunca llegó a saberlo, pues un día desapareció sin dejar rastro.

Un ruido sacó a Dalia de sus ensoñaciones  así que comenzó de nuevo a correr. El aullido de los lobos al salir de cacería retumbó por todo el bosque. Cada vez se le complicaban más las cosas. La luna llena ya estaba en lo alto del cielo lo que le facilitaba la carrera. Ya no se oían apenas ruidos, tan solo el suave sonido de los búhos y de los grillos. Para su suerte encontró, en una parte de un claro del bosque, un tronco de roble hueco y lo suficientemente grande para que entrase echada. Cada vez faltaba menos para  llegar a la piedra. Estaba tan nerviosa y angustiada que esa sensación se transmitió al bebe el cual empezó a moverse, inquieto, en el vientre de su madre. Intentó serenarse, no era bueno para su hijo pero, ¿Quién no iba a estar en ese estado en aquella situación?

Un crujir de ramas. Algo se acercaba. Dalia contuvo la respiración. Un gruñido seguido de un aullido. Un lobo. Después apareció otro, y otro más. La manada había encontrado su olor aunque aún no estaban seguros de cuál era su posición.
Al mismo tiempo, unas voces llegaron hasta el claro, seguidas, inmediatamente, por unas pisadas y unas sombras. Sus perseguidores acababan de hacer entrada. Los lobos se quedaron mirando, listos para saltar, mientras que los hombres sacaron unas bolsitas que contenían especias. Los lobos agacharon las orejas y metieron el rabo entre las piernas. Les habían reconocido, eran magos y no había nada que hacer. Dieron media vuelta y se fueron  gruñendo sabiendo que una presa se encontraba dentro del tronco del árbol.
Los hombres miraron a su alrededor. Se notaba cuando los lobos encontraban un rastro. La chica no andaría lejos. Pasearon su mirada entre los árboles que formaban el círculo intentando ver a través de ellos. Al cabo de unos minutos se decantaron por seguir buscando por la derecha del claro, así que se adentraron en el bosque.

Entre tanto, Dalia ya había recuperado unas pocas de fuerzas:

-No te preocupes, pronto estaremos a salvo, la piedra está cada vez más cerca- dijo entre susurros mientras se acariciaba el vientre.

Salió del interior del tronco y continuó corriendo en dirección sur, hacia su salvación. No sabría decir con exactitud cuánto tiempo estuvo corriendo. Hacía rato que no oía a sus perseguidores. Tampoco oía los aullidos de los lobos ni ulular a  los búhos. Tan solo su respiración entrecortada y el frenesí con el que palpitaba su corazón.

Un rato después, llegó a un claro en el que una intensa luz la cegó durante unos momentos, hasta que sus ojos se acostumbraron a la claridad. Cuando esto sucedió Dalia pudo ver ante sí una roca de gran tamaño, en el centro del claro. A su alrededor crecían flores de todos los tamaños y colores. En otras circunstancias se habría quedado a admirarlas como tantas veces había hecho de niña, pero ahora tenía que apresurarse.


Se acercó a la piedra y la tocó. Un suave calambre recorrió todo su cuerpo y una luz muchísimo más fuerte que la actual, emanó de la piedra y la rodeó. Al instante cayó en un sueño profundo en el que no faltó Záris ni su padre. También en él vio a su madre, la primera vez que fue capaz de imaginarla. Pero esa visión le encantó en lo más profundo de su subconsciente.

Pasaron horas y horas hasta que al fin aterrizó entre una fina capa de nieve. A penas tenía un hilo de conciencia, pero eso le bastó para entreabrir un poco los ojos y ver unas suaves manos blancas que le buscaban el pulso y le acariciaban la frente. Después todo se volvió negro.

lunes, 9 de abril de 2012

Rindámonos. No merece la pena seguir así por una historia que ya estaba perdida incluso mucho antes de que se escribiese. No podemos luchar contra el destino, nunca estuvimos hechos el uno para el otro. Nos creímos fuertes, pensamos que nuestra historia iba a ser de las de contra viento y marea, que lo superaríamos todo. Estas de amores imposibles en los que todo el mundo intenta separar a los enamorados y aun así ellos siguen juntos. Teníamos demasiado afán de protagonismo. Pero nuestra historia se acabó. Nuestro error ya quedó zanjado y por una vez la princesa no se quedó con el príncipe azul. Este es el primer cuento en el que la multitud separa a los enamorados. 

domingo, 8 de abril de 2012

jueves, 5 de abril de 2012

No se puede tener todo.


El amor es una emoción demasiado fuerte para ocultarla durante mucho tiempo. 
Niégalo y sufre las consecuencias.
Admítelo y sufre las consecuencias.
Destaparlo puede ser bochornoso o bien puede ser liberador. 
Y que sea una u otra cosa, son otros quienes lo determinan.

martes, 3 de abril de 2012

Dame un segundo, solo uno a tu lado y te prometo que te haré feliz. Velaré por tu sonrisa, porque el brillo de tus ojos no se apague nunca. Dejame apoyarme en tu pecho y decirte lo mucho que te amo, contarte todo el tiempo que te he echado de menos. Déjame que te explique la cantidad de veces que soñé contigo sin poder ponerte rostro, la cantidad de chicos que conocí pensando que te había encontrado.
Dame un segundo y te mostraré que te equivocabas cuando la elegiste a ella en vez de a mí, sólo uno y te prometo que no te arrepentirás.
Me acostumbré a quererte, a desearte en cada momento, a llorar de nervios cada vez que sentía un vuelco en el corazón por tu presencia.
Me acostumbré a soñar contigo,a subir tus visitas en el tuenti.
Me acostumbré a imaginarte por los pasillos del instituto, a recordar la manera en la que te buscaba entre la gente.

Me acostumbré a tantas cosas que ya no sé si te quiero por inercia o te quiero de verdad.



lunes, 2 de abril de 2012

¿Dónde acabo yo y empiezas tú?

Nos mueven nuestros anhelos, necesidades, deseos y sueños. Cuando éstos desaparecen, también lo hacemos nosotros. Nuestro éxito o fracaso en la vida se mide tanto por lo que dejamos atrás como por lo que nos llevamos con nosotros al morir. 
Y sólo hay una cosa que supera en dolor a la muerte: el amor.

domingo, 1 de abril de 2012

Yes, you're beautiful


La belleza es plenamente subjetiva, por eso es ilógico obsesionarse con gustar a todo el mundo. Lo más importante es gustarte a ti misma y para ello rompe con los patrones de moda y belleza. Simplemente, sé tú misma.