Puedo ser gruñona y negativa. Puede que en las malas rachas me abandone sin pensar en mi
bien. Puedo ser jodidamente social y simpática. Puede que sea la bipolaridad personificada.
Puedo ser inmadura e infantil, ¿por qué no?
Son pocas las cosas que tengo claras en la vida y una de ellas es que no voy a parar de reírme
a carcajadas en medio de la calle o de gritar frente al mar de rabia e impotencia si es lo que
siento.
Estas encadenado a tus sentimientos, si ellos no son libres tú tampoco lo serás.
Con la colaboración de una de las mejores.
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